Frase del día

sábado, 19 de octubre de 2013

Una invitación a la relajación

Beneficios 

La relajación es una de las actividades que las personas tenemos al alcance de la mano y que nos ayuda a disfrutar mucho más y mejor de nuestra vida.

El ritmo de vida diaria muchas veces nos lleva a vivir con nervios, estrés, prisas, pensamientos negativos, agobios,… Tendemos a ir con el chip puesto de todo lo que “tenemos” que hacer en el día, de todas las obligaciones y responsabilidades que nos impone la vida y que nos autoimponemos. Muchas veces es como si lleváramos el “piloto automático” puesto, y continuáramos con él hasta que nuestro cuerpo nos avisa que estamos sobrepasando la velocidad adecuada para su buen funcionamiento.

Pero cuando el cuerpo ya nos avisa que estamos sobrepasando sus límites, normalmente llevamos tiempo sobreesforzándonos, y nos cuesta parar y llevar a nuestro cuerpo a una velocidad sana para nosotros. Además, al cuerpo le cuesta llegar de nuevo a los niveles óptimos de salud, ya que le hemos estado exigiendo por encima de sus posibilidades durante bastante tiempo.

Para estas situaciones y simplemente para cuando te quieras cuidar, te proponemos que cambies el enfoque: en vez de esperar a estar muy mal para frenar el ritmo, ¿por qué no aprendes formas que te ayuden a llevar tu día a día de forma más saludable? Y si ya estás mal y no sabes cómo hacer para encontrarte mejor, ¿por qué no dedicar unos minutos al día a una actividad que nos haga sentirnos mejor? ¿Por qué no cuidarnos un poco?


Los beneficios de la relajación para la persona son muchos y a varios niveles.


A nivel psicológico y/o emocional, está ampliamente comprobado que la relajación nos ayuda a estar mejor con nosotros mismos. Más adelante, te explicamos algunos de los casos en que la relajación es muy recomendable para que veas las aplicaciones que puede tener en tu vida.
A nivel físico, algunos de los beneficios de la relajación son:
  • Disminución de la presión arterial y del ritmo cardiaco.
  • Disminución del ritmo respiratorio. Se regula la respiración, lo que aporta mayor nivel de oxígeno al cerebro y a las células. Estimula el riego sanguíneo.
  • Disminución de la tensión muscular.
  • Reducción de los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina por las glándulas suprarrenales.
  • Aumento de la vasodilatación general, lo que trae consigo una mayor oxigenación periférica.
  • Reducción en los niveles de colesterol y grasas en sangre.
  • Aumento del nivel de producción de leucocitos, lo que refuerza el sistema inmunológico. Esto aumenta la capacidad de recuperación y prevención de enfermedades.
  • Disminución en la cantidad de lactato sanguíneo (este es uno de los instigadores de la ansiedad).
  • Desarrollo de un estado de descanso al nivel más profundo.
  • Aumento de las frecuencias cerebrales Alfa (correspondientes a estados relajados).

Hay muchas técnicas de relajación que puedes aprender, algunas más breves que otras. Pero fundamentalmente se basan en tres posibilidades:

  • Técnicas de respiración.
  • Técnicas de relajación muscular.
  • Entrenamiento autógeno.


Cualquiera de las tres técnicas son efectivas para conseguir estados de relajación óptimos. En la primera de las técnicas, las técnicas de respiración, se busca que la persona aprenda a respirar bien, mediante una respiración diafragmática, que es la respiración más completa y profunda. Cuando estamos en situaciones de estrés, nuestra respiración se agita y se hace menos profunda. Con esta técnica volvemos de nuevo su respiración a un ritmo que nos facilite la relajación. Esto hace que al respirar más profundamente, nuestra tasa respiratoria y cardiaca va disminuyendo, con lo que el cuerpo vuelve a un estado de relajación, causando los efectos anteriormente descritos.

La segunda de las técnicas, la relajación muscular se basa en practicar la tensión y relajación de distintos músculos del cuerpo, siguiendo un orden determinado. El objetivo de la técnica es enseñar al cuerpo a diferenciar bien los estados de tensión y relajación diferenciando músculos, y aprender a relajar cada uno de los músculos o grupos musculares trabajados. Esto al final se traduce en una relajación de todo el cuerpo.

En el entrenamiento autógeno mediante las instrucciones del terapeuta se busca inducir una desconexión general del organismo. Mediante estas instrucciones se van induciendo diferentes sensaciones físicas típicas del estado de relajación. A partir de estas bases los terapeutas y las distintas orientaciones psicológicas y otro tipo de disciplinas (ej. Yoga) lo aplican de una forma o de otra, e integradas en distintos ejercicios.